Los parásitos externos causan perjuicios a nuestras mascotas y además son transmisores de otras enfermedades que en algunos casos pueden resultar graves.

Las pulgas se reproducen muy rápido y pueden cerrar ciclo en tu casa infestándola, además pueden transmitir gusanos a tu mascota e incluso provocar cuadros de dermatitis alérgica.

Perrita con DAPP ( dermatitis alérgica a picadura de pulga).

Las garrapatas pueden transmitir enfermedades graves como la Babesiosis ( suele producir  fiebre alta y ocasionalmente hemorragias) y como la Ehrlichiosis ( puede producir pérdida de apetito, vómitos, fiebre y anemias severas).

Los gusanos intestinales son parásitos internos que se transmiten a tu mascota a través  de huevos o larvas en el medio ambiente, por comerse pulgas, a través de la piel o si ingieren pájaros, roedores o visceras crudas. Las lesiones en personas pueden llegar a ser graves provocando diarreas con sangre, lesiones oculares e incluso enquistándose en pulmones (en el caso del quiste hidatídico humano).

La desparasitación adecuada en dosis y frecuencia según prescripción veterinaria, ayuda a mantener nuestras mascotas limpias de parásitos, previniendo así contagios a los miembros de nuestra familia.