LA LLEGADA DE UN BEBÉ A UNA CASA CON MASCOTAS

Las 5 claves para una buena convivencia

1- Realizar los preparativos con antelación.

2- Actuar con calma.

3- Presentar al bebé a vuestra mascota de forma gradual.

4- Supervisar a ambos en todo momento.

5- Conseguir que vuestra mascota relacione la presencia del bebé con cosas positivas.



La educación del niño

Según muchos especialistas la convivencia con un perro es muy beneficiosa ya que contribuye a la educación de un niño más sociable y responsable.

1) Los primeros años
 
Estos primeros años son los más difíciles para la convivencia entre el bebé y la mascota, ya que el niño no está preparado para hacer frente a la responsabilidad que supone tener una mascota. Todavía no entiende que los animales tiene capacidad sentir dolor y sufrir. El niño tratará a tu mascota como un juguete más, al que sin querer puede hacer daño al tocarle la cabeza, los ojos y las orejas.

Los agudos gritos del niño pueden excitar a la mascota y ponerle nervioso. Aunque tu mascota adore al bebé, es necesario poner unos límites cuando ambos comparten juegos y enseñar al niño a tratarlo bien. Leer libros sobre animales puede ayudarle a entender que también tienen sentimientos y que le puede hacer daño.

Es fundamental enseñarle a acariciar a tu mascota, ya que hasta los 2 o 3 años el niño conoce su entorno fundamentalmente a través del tacto. Al ver al animal, intentará acariciarlo, palpar su piel y su pelo:

- No debéis inquietaros porque vuestro perro lama al niño. Si el primero está en buenas condiciones higiénicas y de salud, no existe motivo de preocupación.

- Es importante enseñar al niño qué zonas del animal no conviene tocar y qué fuerza debe aplicar.

 - Si utiliza una fuerza excesiva, apartaremos su mano y le enseñaremos, cogiendo su mano con la nuestra, cómo acariciarle con mucha suavidad.

- Si bien la comprensión verbal del niño a estas edades es limitada, es recomendable explicarle qué es todo aquello que ve y que toca.

2) La convivencia

Pasados estos primeros años, el niño es lo suficientemente mayor como para manejarse con la mascota. Debes enseñarle a no molestarla cuando duerme o come, no jugar a perseguirla ni nada que implique hacerle daño.

Es beneficioso que tu hijo te ayude en el cuidado de la mascota. Enséñale a darle de comer, sacarlo a pasear, cambiarle la arena si es un gato…

También debes enseñar a tu mascota a comportarse, a no mordisquear los objetos, a obedecer todas las órdenes, a controlarse. De esta manera conseguirás que paséis ratos muy buenos jugando todos juntos.


Fuente. Fundación Affinity (www.fundacion-affinity.org).